viernes, 6 de diciembre de 2019

¿Qué significa la corona de Adviento?


¡Hola a todos! Este domingo 1° ya deben de haber encendido su primera vela de la corona de Adviento, pero ¿qué significa esta tradición? ¿Saben qué significan las 4 velas y por qué las encendemos? Para aprender un poco más del tema les traigo esta nota con información de Catholic Link.

La corona de Adviento es uno de los símbolos característicos de esta época litúrgica, pero no es solamente un objeto de adorno sino que hay toda una liturgia que te ayudará a recordar hacia dónde te diriges a lo largo de estos cuatro domingos.


Este símbolo tiene su origen en la antigua Europa y proviene de una antigua tradición pagana en la que se prendían velas durante el invierno para representar al dios del sol. Para los católicos, la corona nos ayuda a hacer un seguimiento más intenso del tiempo anterior a Navidad. A medida que vamos prendiendo las velas, vamos preparándonos para recibir a nuestro Señor.


La corona de Adviento consta de una base circular hecha de hojas de ciprés, eucalipto o algo similar (aunque también hay bases sintéticas). La forma circular representa el amor de Dios que es eterno, sin principio ni fin y, así como ese amor, la manera en que nosotros debemos amar a los demás, renovándonos en ese amor siempre. Las ramas son verdes porque el color verde representa la esperanza y la vida. Estas ramas también nos representan a nosotros que somos parte de un árbol más grande: Dios.

Las cuatro velas representan a las tinieblas derrotadas poco a poco a medida que se acerca la luz que trae el nacimiento del Señor. Tu corona debe tener tres velas de color morado y una rosa; también puedes incluir una vela más de color blanco en el centro. 

El morado representa la vigilia, la penitencia y el sacrificio. El rosa representa la alegría. Algunas veces se acostumbra a colocar una vela blanca en el centro en representación de Cristo, centro de todo lo que existe.


En muchos lugares es costumbre bendecir las coronas de Adviento. Pregunta en tu parroquia y asiste a la ceremonia. Si no has podido hacerlo, aquí te dejamos una pequeña oración de bendición que podrás realizar en familia. Por lo general, son papá o mamá quienes la dirigen:

«Señor Dios, bendice con tu poder nuestra corona de Adviento para que, 
al encenderla, despierte en nosotros el deseo de esperar la venida de Cristo 
practicando las buenas obras, y para que así, cuando Él llegue, seamos 
admitidos al Reino de los Cielos. Te lo pedimos por Jesucristo, nuestro Señor. Amén».


Busca un lugar central en tu casa donde colocar la corona, puede ser la mesa de la sala o la del comedor. Distribuye las tareas de la liturgia entre tu familia con anticipación:
  • Quién va a dirigir la liturgia
  • Quién encenderá las velas
  • Quién se encargará de los cantos
  • Quién hará las lecturas
Cada domingo de Adviento irás encendiendo una vela. El primer y segundo domingo encenderás velas moradas. El tercer domingo encenderás la vela rosa; éste se conoce como domingo de gaudete o domingo de la alegría, porque en medio de la espera se recuerda que ya está próxima la alegría de la Navidad. El cuarto domingo, nuevamente, encenderás una vela morada.

Hay muchas liturgias de Adviento. Por lo general, comienzan con una oración inicial y el canto de un himno. Aquí te dejamos una liturgia preparada por nuestros amigos de ACIPrensa.


Si bien, es una hermosa costumbre encender la corona de Adviento en familia, te sugerimos invitar a alguien más a encender la corona con ustedes. Así todos, en comunidad, nos contagiaremos de ese espíritu de espera por la llegada de nuestro Señor.
«Con la palabra adventus se quería decir substancialmente: Dios está aquí, no se ha retirado del mundo, no nos ha dejado solos. Aunque no podamos verlo o tocarlo, como sucede con las realidades sensibles, Él está aquí y viene a visitarnos de múltiples maneras» (S.S. Benedicto XVI).

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