La corona de Adviento es uno de los símbolos característicos de esta época litúrgica, pero no es solamente un objeto de adorno sino que hay toda una liturgia que te ayudará a recordar hacia dónde te diriges a lo largo de estos cuatro domingos.
La corona de Adviento consta de una base circular hecha de hojas de ciprés, eucalipto o algo similar (aunque también hay bases sintéticas). La forma circular representa el amor de Dios que es eterno, sin principio ni fin y, así como ese amor, la manera en que nosotros debemos amar a los demás, renovándonos en ese amor siempre. Las ramas son verdes porque el color verde representa la esperanza y la vida. Estas ramas también nos representan a nosotros que somos parte de un árbol más grande: Dios.
Las cuatro velas representan a las tinieblas derrotadas poco a poco a medida que se acerca la luz que trae el nacimiento del Señor. Tu corona debe tener tres velas de color morado y una rosa; también puedes incluir una vela más de color blanco en el centro.
El morado representa la vigilia, la penitencia y el sacrificio. El rosa representa la alegría. Algunas veces se acostumbra a colocar una vela blanca en el centro en representación de Cristo, centro de todo lo que existe.
En muchos lugares es costumbre bendecir las coronas de Adviento. Pregunta en tu parroquia y asiste a la ceremonia. Si no has podido hacerlo, aquí te dejamos una pequeña oración de bendición que podrás realizar en familia. Por lo general, son papá o mamá quienes la dirigen:
Busca un lugar central en tu casa donde colocar la corona, puede ser la mesa de la sala o la del comedor. Distribuye las tareas de la liturgia entre tu familia con anticipación:
En muchos lugares es costumbre bendecir las coronas de Adviento. Pregunta en tu parroquia y asiste a la ceremonia. Si no has podido hacerlo, aquí te dejamos una pequeña oración de bendición que podrás realizar en familia. Por lo general, son papá o mamá quienes la dirigen:
«Señor Dios, bendice con tu poder nuestra corona de Adviento para que,
al encenderla, despierte en nosotros el deseo de esperar la venida de Cristo
practicando las buenas obras, y para que así, cuando Él llegue, seamos
admitidos al Reino de los Cielos. Te lo pedimos por Jesucristo, nuestro Señor. Amén».
- Quién va a dirigir la liturgia
- Quién encenderá las velas
- Quién se encargará de los cantos
- Quién hará las lecturas
Hay muchas liturgias de Adviento. Por lo general, comienzan con una oración inicial y el canto de un himno. Aquí te dejamos una liturgia preparada por nuestros amigos de ACIPrensa.
«Con la palabra adventus se quería decir substancialmente: Dios está aquí, no se ha retirado del mundo, no nos ha dejado solos. Aunque no podamos verlo o tocarlo, como sucede con las realidades sensibles, Él está aquí y viene a visitarnos de múltiples maneras» (S.S. Benedicto XVI).
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