Hace unos días me encontré con una hermosa explicación a una frase que escuchamos en el Salmo 23 de la Biblia: "Él unge mi cabeza con aceite". Pero, ¿qué quiere decir esto? ¿Es algo más que una metáfora?
Resulta que esta frase va más allá de una metáfora sobre la protección de Dios sobre el salmista, es un ejemplo basado en la realidad. Las moscas suelen buscar a las ovejas para poner sus huevos en sus fosas nasales, los cuales se convierten después en gusanos, causándoles tal sensación a las ovejas que éstas golpean su cabeza con desesperación, a veces hasta la muerte. Esto también puede pasar en sus ojos y oídos.
Además, muchas veces las ovejas quedan atascadas entre las zarzas y, en su intento por zafarse, pueden quedar muy lastimadas de su rostro. Por ello, el pastor unge toda la cabeza de la oveja con un aceite espeso, de manera que las moscas no se acerquen y el animal pueda estar en paz.
El aceite, así, se convierte en una barrera de protección contra el mal.
En este Salmo vemos cómo el salmista alaba a Dios y agradece por su protección, por la abundancia, por la paz en su vida, pues sabe que el Señor va con Él en todo momento. Al ungir Dios nuestras cabezas con aceite, nos mantiene sanos, nos mantiene protegidos del mal, aleja los pensamientos y emociones negativas de nuestro ser, nos permite descansar en su paz.
Cuando atravieses momentos de tribulación y los pensamientos inunden tu mente, pide al Señor que unja tu cabeza con aceite.
Un abrazo y bendiciones,
