Cada año, los católicos celebramos la fiesta de Cristo Rey para terminar nuestro año litúrgico y, al domingo siguiente, celebramos el primer domingo de Adviento para iniciar nuestro nuevo año litúrgico. Pero, ¿qué es el Adviento?
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El Adviento está dividido en dos partes: las primeras dos semanas sirven para meditar sobre la venida final del Señor, cuando ocurra el fin del mundo; mientras que las dos siguientes sirven para reflexionar sobre el nacimiento de Jesús y su irrupción en la historia del hombre en Navidad.
En los templos y casas se colocan las coronas de Adviento y se va encendiendo una vela por cada domingo. Asimismo, los ornamentos del sacerdote y los manteles del altar son de color morado como símbolo de preparación y penitencia, pero el tercer domingo de Adviento, conocido como "Domingo Gaudete", se usa el rosa, que representa la alegría por la venida de Jesús.
¿Quieres saber cómo rezar la corona de Adviento cada domingo? Da clic aquí.
Hay muchas maneras de entrar en el Adviento. No se trata solo de ir a misa el domingo, sino de hacer pequeños actos diarios que nos ayuden a llenarnos de un espíritu de expectación, arrepentimiento y alegría. ¿Qué podemos hacer?
- Rezar el Rosario todos los días centrándonos en los Misterios Gozosos o hacer una vigilia de oración, tal vez ante una clínica abortista con algunos amigos o en un hospital orando por los enfermos.
- Ayuna: no solo de comida y bebida, puedes ofrecer otros sacrificios como ver menos televisión, ser más paciente y amable, abandonar un mal hábito, ofrecer tu tiempo para leer la Biblia o brindar ayuda en una casa hogar, etc.
- Dónate: recupera las obras corporales y espirituales de misericordia y realízalas una a una hasta que llegue la Navidad. Aprovecha para vaciar tu armario y dona aquellas prendas en buen estado que alguien más podría necesitar; haz donaciones en especie o dona tu tiempo al ir a asilos y casas hogar; ofrece tu ayuda. Hay mucha gente que necesita sentir y recibir nuestro amor y escuchar de Dios.
- Actúa: ¡sal a hablar de Jesús y prepárate más en tu fe! Lee cada día a partir del 1 de diciembre un capítulo del Evangelio según San Juan para que para el 24 hayas aprendido todo sobre la vida de Jesús; también puedes leer el libro del Papa Benedicto XVI sobre la infancia de Jesús, ver películas o acercarte a tu parroquia para ver con qué necesitan ayuda.
Otra forma de actuar es cumpliendo tus propósitos de Año Nuevo, sacando adelante tus pendientes o cumpliendo las promesas que le hayas hecho a otros (como acomodar la bodega o lavar el carro o arreglar eso que prometiste).
Estas sugerencias son solo unas pocas de las muchas maneras que podemos seguir para entrar en este tiempo de Adviento. La Iglesia nos ofrece este momento de espera para que nos podamos preparar más plenamente para la alegría y la gracia que recibimos en Navidad.
Estas sugerencias son solo unas pocas de las muchas maneras que podemos seguir para entrar en este tiempo de Adviento. La Iglesia nos ofrece este momento de espera para que nos podamos preparar más plenamente para la alegría y la gracia que recibimos en Navidad.
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